Deprimidos en Mérida
Cuánto se sufre al ir a presentar un libro a la Ciudad Blanca, con su cocina exquisita, su paseo Montejo, su música, las zonas arqueológicas y cenotes aledaños. Pero había que sacrificarse porque el libro "Los demonios de la depresión" (Turner, 2008) de Anamari Gomís, valía la pena: una especie de testimonio-autobiografía-novela-libro de divulgación científica sobre esta terrible enfermedad, la enfermedad contemporánea: la depresión. Libro bien escrito, ameno, documentado y, sobre todo, dotado de buen humor.
Desde que Roger Metri llamó para hacer la invitación (junto a Argentina Rodríguez y Olga Correa), una tarde fría y nubosa (en el DF), me entristeció la idea de abandonar unos días esta ciudad tan limpia y ordenada en la que vivo y tener que ir a la soleada Mérida a hartarme de mariscos, panuchos, cochinita pibil, relleno negro (lo odio tanto que no puedo dejar de comerlo cada vez que voy) y por supuesto la infaltable sopa de lima.
El marco de la presentación fue el Festival de Mérida (organizado magníficamente por el ayuntamiento), lleno de música cubana, teatro, gastronomía y demás expresiones culturales tan variadas. Por allí andaban Agustín Monsreal y Laura, Beatriz Espejo y Emmanuel Carballo, Hernán Lara Zavala, Sara Poot, Jorge Lara, Víctor Hugo Rascón Banda y demás escritores.
En fin, todavía tuvimos que ir la playa de Progreso y al imponente Dzibilchaltun. Lo que uno hace por presentar libros.
Desde que Roger Metri llamó para hacer la invitación (junto a Argentina Rodríguez y Olga Correa), una tarde fría y nubosa (en el DF), me entristeció la idea de abandonar unos días esta ciudad tan limpia y ordenada en la que vivo y tener que ir a la soleada Mérida a hartarme de mariscos, panuchos, cochinita pibil, relleno negro (lo odio tanto que no puedo dejar de comerlo cada vez que voy) y por supuesto la infaltable sopa de lima.
El marco de la presentación fue el Festival de Mérida (organizado magníficamente por el ayuntamiento), lleno de música cubana, teatro, gastronomía y demás expresiones culturales tan variadas. Por allí andaban Agustín Monsreal y Laura, Beatriz Espejo y Emmanuel Carballo, Hernán Lara Zavala, Sara Poot, Jorge Lara, Víctor Hugo Rascón Banda y demás escritores.
En fin, todavía tuvimos que ir la playa de Progreso y al imponente Dzibilchaltun. Lo que uno hace por presentar libros.
3 comentarios:
La Mérida se recuerda, a veces; sobre todo los cantos aves de la ceiba por donde los pasos se fueron hacia otras habitaciones. te felicito por tus logros, Andrés; sé que he tenido un buen maestro.
Carla.
Me ha gustado mucho tu blog. Te felicito. Espero leernos pronto. Saludos desde España. Si me das tu confirmación y permiso te agregaré a mi lista de blogs amigos. un 10 en valoración.
Muchas gracias por sus comentarios a ambos, por leer y opinar sobre este blog.
ladrón de versos: claro que me gustaría que me incluyas, por favor, en tu lista de blogs amigos.
Nos leemos pronto
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