martes, 27 de abril de 2010
jueves, 22 de abril de 2010
Para los tempraneros, mañana viernes 23, a las 7 de la madrugada voy a estar en Canal 40 de televisión, en el programa El Empujón, para hablar de mis últimos libros publicados con Conaculta y Ediciones SM, y también invitar a las actividades con que la Dirección de Publicaciones y Salas de Lectura van a celebrar el día del libro, entre otras, el cuento colectivo afuera del Museo Nacional de Antropología
domingo, 18 de abril de 2010
viernes, 9 de abril de 2010
jueves, 8 de abril de 2010
Preferiría pedir que dar consejos. Esencial, la espontaneidad. ¿Garantía de éxito? Ninguna. Hay algo de mágico que no se consigue adrede. Cervantes fue un genio en "El Quijote" y un latero en "Los trabajos de Persiles y Sigismunda".
Escribe al menos cinco días a la semana. Para ser escritor no sólo se requiere de talento, sino también de voluntad y disciplina. Escribe cada día a las mismas horas. Como decía Norman Mailer, para darle espesor a la escritura el inconsciente también debe asistir a la cita; y para que concurra, debe confiar en que tú también vas a estar ahí. Crea a tu alrededor un espacio infranqueable de tranquilidad y silencio. Escribe lo que a ti te guste leer, no lo que creas que le gustará leer a la gente o al mundo literario. No prestes oídos a las sirenas que te proponen otra historia mejor que la que tienes entre manos. Termina lo que empezaste o no terminarás nada. Lee todos los días. Aparte del refinamiento narrativo que puedas absorber, la lectura siempre te dará ideas para lo que estás escribiendo; y no en la forma de un plagio, al contrario, las conexiones con tu historia serán sutiles e inesperadas. Lee lo que de verdad te guste, busca tu propio canon, encuentra a tus propios hermanos de espíritu a lo largo de la historia de la literatura. Pero asegúrate de que esos hermanos hayan sido buenos escritores. Confía en tu imaginación, pero de nada sirve confiar en un comienzo para después acobardarse. Escruta lo que imaginaste hasta que entregue todo su sentido.
Lo principal es ser fiel a las obsesiones. Darles forma con paciencia y sin tregua. Y desobedecer a los consejos, por supuesto.
Cultivar la paranoia. La ficción es básicamente arquitectura de eventos, un fenómeno inexistente en la naturaleza. El paranoico fino ve relaciones donde no las hay, establece puntos de contacto y levanta maravillosos constructos donde no era posible. Cultivar el delirio. Usar herramientas disponibles para traer contenido inconsciente propio: la mejor materia para ver el mundo desde una perspectiva propia y por propia original, no "novedosa". Romper el muro. Cultivar la obsesión. La particularidad, cuando es explotada, se abre como una flor, se devela su mecanismo y su planimetría, se hace notoria y brilla. En definitiva, volverse un "enfermo mental", alguien que piensa fuera de la norma, tuerce el consenso y trae un poco de caos necesario. La novela como un tumor, las ideas como infecciones. Un juego peligroso.
No estudies periodismo. Quema todas tus pestañas, tu tiempo y dinero, leyendo, leyendo y leyendo, como obseso (si no eres lector, no eres nada).
Leer, leer, leer, leer. Encontrar una voz que sea propia y particular. Escribir bien es pensar bien y decir bien. Recordar que decir lo que pensamos o sentimos no es hacer literatura. Nunca olvidar que nuestro único material de trabajo es la palabra, y que la palabra es tanto la materia como el alma de un escrito.
miércoles, 7 de abril de 2010
Libros: Agua en polvo,
| Agua en polvo Autor(es)
Estos cuatro cuentos te encantarán, porque nada es imposible. En uno de ellos se inventa el agua en polvo, que sin duda será el gran descubrimiento que conmocione a la humanidad; gritarás ¡Eureka! cuando la descubras. Además, los protagonistas son chicos con zurderas impresionantes: de la voz, del corazón o incluso, zurdos de sueño. Es más... puede que en alguno de estos cuentos te topes con que los muertos no están tan muertos como creías. Y si todo esto no es suficiente, también tendrás la opción de crear tu propio libro de aire... ¡¿Cómo?! ¿No sabes cuáles son los libros de aire? Entonces, ¡no pierdas el tiempo y zambúllete en estos increíbles cuentos! |