Los niños de paja, de Bernardo Esquinca (Almadía, 2008)
Cómo da gusto encontrarse con un libro que sale de lo trillado en el panorama literario actual, pero en especial porque contiene piezas de colección, piezas intrigantes que se leen de noche y crean el enigma propicio para dormir y prolongar la historia dentro del sueño propio. Además el autor (probado ya antes con Belleza roja, FCE) no trata como tonto al lector, antes todo lo contrario, lo involucra, lo reta. ¿Mis textos favoritos? Aquel que da título al libro, una novela corta sin desperdicio, aunque también me atraparon desde el principio La vida secreta de los insectos, El amor no tiene cura o El dios de la piscina, por mencionar algunos, pero ninguno se le cae de la mano al lector, lo cual ya es un gran logro en esta época de tantas novedades. Asombra un autor tan pulcro, directo y efectivo, en especial dentro de géneros tan exigentes como el cuento y la novela corta. 100% recomendable.
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